Consejos para preparar la PAU o Selectividad

como preparar el examen PAU o selectividad

La PAU (Prueba de Acceso a la Universidad), también conocidas como Selectividad, son un conjunto de exámenes que se realizan al finalizar el Bachillerato y que tiene como objetivo principal evaluar los conocimientos adquiridos durante esta etapa. Su función es determinar la nota de acceso a la universidad, ya que se combinan con la calificación media del Bachillerato para obtener una nota final. Esta nota se utiliza para ordenar a los estudiantes según sus resultados y asignarles las plazas disponibles en los distintos grados universitarios. Por tanto, las PAU son fundamentales para acceder a la universidad y elegir la carrera deseada en función del rendimiento académico.

La mejor manera de afrontar la PAU es ir preparándola desde primero de Bachillerato, con buenos hábitos de estudio desde el principio. Ir haciendo las cosas poco a poco te ayudará a llegar mucho más tranquilo al examen.

También es buena idea practicar con exámenes de otros años y organizarte bien antes de los días clave. Aquí te dejamos algunos consejos que te pueden venir genial para encarar la selectividad con más seguridad y menos nervios.

Antes del examen de la PAU: qué tener en cuenta

A medida que se acercan los días de la selectividad, es normal sentirse algo nervioso o cansado. Pero hay cosas que puedes hacer para que esos nervios no te jueguen una mala pasada y llegues lo mejor posible:

Organiza tu estudio para que los últimos días no estés agobiado. Cuanto más tranquilo llegues, mejor.
Revisa con tiempo los horarios y los lugares donde te toca hacer cada examen. Evitar sorpresas de última hora te dará tranquilidad.
Asegúrate de qué necesitas llevar sí o sí: el DNI y el resguardo de la matrícula son obligatorios. También puede que necesites cosas como calculadora, compás, diccionario… así que prepara todo con antelación.
● Piensa en cómo vas a ir al lugar del examen. Tener un plan B (otro bus, pedir un coche, etc.) por si pasa algo te ayudará a estar más tranquilo.
● Los días previos, cuídate más que nunca: duerme bien, come de forma equilibrada y, aunque estés estudiando, intenta desconectar un rato y moverte un poco.
● Y el día del examen, sal de casa con tiempo de sobra. Ir sin prisas es clave para empezar con buen pie.

Durante el examen: consejos clave

Ya estás dentro del aula y con el examen delante. Toca concentrarse. Aquí van algunas cosas que no deberías olvidar:
No pongas tu nombre en ningún sitio del examen. Todo se corrige de forma anónima para que sea justo para todo el mundo.
Sigue las normas al pie de la letra. Hay que guardar silencio total y respetar lo que diga el tribunal. Si no lo haces, podrían incluso echarte del examen.
Lee bien cada pregunta y no corras. Dedica unos minutos a elegir la opción que mejor domines.
Organiza tus ideas antes de lanzarte a escribir. Puedes hacer un pequeño esquema mental o en sucio para no dejarte nada importante.
Calcula el tiempo que vas a dedicar a cada parte del examen para no quedarte a medias.
Cuida la presentación. Escribe claro y de forma ordenada. Aunque sepas mucho, si no se entiende bien, te puede perjudicar.
Ojo con las faltas. Ortografía, gramática y vocabulario también cuentan, así que revísalo antes de entregar.
Responde solo a lo que te piden. Irte por las ramas o añadir cosas que no vienen al caso no suma puntos, y puede incluso restar.
Justifica tus respuestas y, si puedes, añade ejemplos para apoyar lo que dices. Eso siempre da seguridad y muestra que dominas el tema.